REMOLQUE “JARDINERA” DE TRANVÍA

Este coche remolque de tranvía de vía métrica se encontraba, completamente arruinado, junto a la carretera N 611 a la altura de Rumoroso, sobre un pedestal como anuncio de Turrones la Fama. Su anterior propietario Julio Cabrero Carral lo donó a la Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril. Siguiendo las directrices de la Asociación, La Escuela Taller de la Concejalía de Empleo del Ayuntamiento de Santander y el personal de los Talleres Municipales lo reconstruyeron como un coche abierto “Jardinera”, similar a los del tranvía de santanderino de Miranda.

En la época veraniega, en la ciudad de Santander, circularon muchos remolques tranviarios semidescubiertos; los utilizaron todas las compañías que operaron en la capital; estos vehículos tuvieron diversas tracciones: animal “tranvías de Sangre”, máquinas de vapor y coches motores eléctricos.

A lo largo de ambos lados de la carrocería poseían estribos corridos que, además de servir para la subida y bajada de viajeros, eran utilizados por el cobrador para desplazarse desde el coche motor para efectuar su tarea.

El primer tranvía electrifico que circuló por Santander lo realizó 16 de julio de 1908 desde Molnedo a Peñacastillo; los viajeros tenían que realizar transbordo hasta que no se finalizasen las obras del nuevo puente de Vargas.

El 15 de noviembre de 1953, circularon los últimos tranvías.